El día Lunes se cumplieron 60 años de la primera transmisión de la televisión argentina. 60 años después, en la misma pantalla y por todos los programas deportivos, pasaban las consagratorias victorias del remo argentino en los Juegos Panamericanos de Guadalajara 2011. Ahí estaba él, de tan sólo 20 años, feliz por el triunfo y haber “hecho realidad su sueño”. Él es Agustín Nicolás Silvestro, nacido en la ciudad de Zárate el 18/12/1990, formado en el Club Náutico Zárate bajo la dirección técnica de Guillermo Guerci.
Los medios nacionales se hicieron eco de la brillante actuación del remo albiceleste, que le dio tres medallas dorada a la delegación nacional.
Así reflejaron los medios Olé, Clarín y Cancha Llena (La Nación) los triunfos conseguidos por los chicos.
DIARIO DEPORTIVO OLE
Título: A los botes!!!
Bajada: El remo, un orgullo nacional. En el lago Zapotlán, las juntamos en palas: tres medallas de oro en un día histórico para nuestro deporte.
Cuerpo y desarrollo de la noticia: Imágenes retro comenzaron a danzar en Ciudad Guzmán, a 140 km de Guadalajara. En el lago de Zapotlán, donde reinaba el sol y el calor, el remo argentino volvió a hacer honor a su historia y, con tres oros en cuatro regatas, obligó a los presentes a hacer un viaje en el tiempo y rememorar las emociones de Buenos Aires 1951 y Winnipeg 1999, cuando Argentina se lucía bañándose con siete doradas.
Doce años y mucha agua turbia corrió por debajo de esos botes para que Argentina volviera a gritar que obtuvo tres oros en un mismo día de competencia en un Juego Panamericano. Guadalajara 2011 quedará en la historia.
Y la historia arrancó tempranito. A las 9 local, María Gabriela Best y María Laura Abalo abrieron pista al sueño con la presión de poder darle la primera medalla de oro a la delegación. “Esto es para todos los machistas”, disparó Best apenas consumada la victoria en la categoría doble sin timonel. Y agregó: “Es un honor que la primera medalla de oro haya llegado del remo femenino, está muy bueno”.
Gabriela, oriunda de Rosario, solía cruzar el río Paraná en lancha para ir a la playa, hasta que una amiga la avivó y la instó a cruzar en bote, bajo el argumento de que era gratis. Así, para lograr un ahorro, terminó agarrándole el gustito al remo, y finalmente pudo lograr el oro que tanto anhelaba. En Río 2007, su debut en Juegos Panamericanos, había conseguido una medalla de plata y una de bronce.
Pero las alegrías en Guadalajara tenían que continuar. Y siguiendo con el ritmo que impusieron Best y Abalo, la dupla de doble par masculino integrada por Ariel Suárez y Cristian Rosso ganó de punta a punta su prueba. “Yo soy singlista y Rosso también. El año pasado Pancho Pfaab nos unió y nos fue bastante bien en copas del mundo y mundiales”, resaltó Suárez, destacando lo inimaginable que resultaba este oro hace poco más de un año. Como si esto fuera poco, esta pareja ya tenía asegurada su plaza para Londres 2012: “En el Mundial de Eslovenia conseguimos el pase en doble par para los Juegos Olímpicos, y eso nos dio confianza”, sostuvo el tigrense. Rosso, en cambio, quiso hacer hincapié en Cuba, y relató la satisfacción que tuvo tras haberle ganado a una selección con la que arrastran una pica desde el 2007, cuando él perdió un oro a manos de ellos y Suárez, dos. “El año pasado, en la Copa del Mundo perdimos con Cuba. Veníamos adelante, tuvimos un problema faltando dos remadas y perdimos. Una bronca terrible. Con ellos hay una rivalidad que viene de Río. Ahora, la gran motivación era ganarles”.
Ya en la cuarta regata llegó la tercera victoria. El cuatro sin timonel (Murillo, Fernández, Silvestro e Iwan), al igual que en Río, se quedó con el oro. Pero la alegría ya había comenzado antes de lograr el éxito; Rodrigo Murillo, el más jodón del cuarteto, se apareció en la zona mixta con una peluca: “Me tenía mucha fe, la quería llevar en el bote y el entrenador me dijo que no. Finalmente la llevé aparte pero yo me la quería poner”, tiró Rodrigo y, rotando su rostro a una seriedad absoluta, se centró en lo deportivo: “Lo veníamos soñando desde hace un año”. Minutos más tarde, continuando con el clima festivo y serio que se mezclaba en los nuestros, Iwan, el único sobreviviente de los anteriores Panamericanos, explicó: “Yo sufrí en el 2007 porque los botes llegaron doce horas antes. Ahora vinimos 30 días antes, más preparados y pudimos ganar por una mayor ventaja”.
Tres historias de oro.
Opinión: Gerardo Werthein, Presidente del Comité Olímpico Argentino
Estos triunfos eran muy esperados, todos los técnicos me dijeron que iban a sacar entre tres y cuatro oros. Realmente fueron muy bien ganados, estaban muy preparados los chicos. Si vos mirás el dobles masculino, ellos tenían una reservita más que la están guardando para hoy.
La verdad es que estoy muy contento, éste es el resultado que se empieza a ver. Tampoco estamos donde queremos estar, pero éste es un año de transición. El remo obviamente está haciendo un papel excepcional pero en el deporte todavía tenemos mucho por qué trabajar. Antes de entrenaban con un bote y competían con el otro, ahora lo hacen con el mismo. Esas diferencias y el roce internacional cuentan.
CANCHA LLENA (LA NACIÓN)
Título: Siempre están
Bajada: Sin apoyo económico o con un respaldo importante, como sucede hoy, el remo nacional deja su estela ganadora; se cosecharon las tres primeras medallas doradas para la Argentina en el lago de Zapotlán, con dos remos largos femenino y el doble par de remos cortos y cuatro remos largos masculinos.
Cuerpo y desarrollo de la noticia: Ya parecían nativos de esta tierra extendida y delimitada por el suave declive de los montes. Los remeros argentinos habían llegado veinticinco días antes para entrenarse en las aguas del Lago de Zapotlán, la gran atracción natural de este valle, de donde finalmente emergieron las tres primeras medallas doradas para la Argentina en los Juegos Panamericanos.
Fue un dominio demoledor, porque de las cuatro carreras programadas hubo festejos de oro en tres. Dicho de otro modo: en 40 minutos, la delegación celeste y blanca superó la cosecha de la anterior cita en Río 2007, donde sólo habían relucido dos preseas doradas. Bien temprano y sobre el muelle de premiación, con una bandera nacional en mano, María Laura Ábalo y Gabriela Best (dos remos largos) se miraron haciendo morisquetas en lo más alto del podio. Bromas justificadas: completaron los 2000 metros con un tiempo de 7m24s57/100, 4s48/100 de ventaja respecto de las norteamericanas. Después, Ariel Suárez y Cristian Rosso (doble par de remos cortos) confirmaron por qué ya estaban clasificados para los Juegos de Londres 2012: totalizaron 6m26s55/100 y superaron por casi seis segundos a Cuba. Y el cuatro remos largos, integrado por Sebastián Fernández, Rodrigo Murillo, Agustín Silvestro y Joaquín Iwan, orquestó la celebración final a puro grito y brazos extendidos al cielo. Ellos sufrieron más: emplearon 6m4s41/100 y redujeron a los canadienses por apenas 1s24/100.
Es un escenario casi irreal para esta disciplina, que cuenta con unos 600 atletas federados en nuestro país: volvió a florecer el talento a partir de un respaldo económico y logístico que hasta hace poco asomaba imposible. Aunque con o sin apoyo, los remeros demuestran que siempre están. No importan las circunstancias. Hace cuatro años, la delegación argentina de remo vivía los momentos previos al debut en los Panamericanos a puro estrés: embarcaciones compradas por sponsors personales de los deportistas que quedaban varadas en la aduana. Botes alquilados de apuro. Otros botes que debían ser moldeados con serrucho por el cuerpo técnico en la madrugada misma de la regata, en noches de insomnio. Se recuerda, también, el bote que estaba un kilo y medio por debajo de lo reglamentario y hubo que ponerle un lastre; lo único que encontraron fue un pedazo de hierro que había por allí para acertar el peso. Como símbolo, la Pista Nacional de remo en Tigre, en cuyas aguas llegaron a flotar vacas muertas y heladeras que servían como boyas, hoy aparece mucho más limpia.
Si bien los montos de dinero que administra no son dados a conocer, el Enard (Ente Nacional de Alto Rendimiento) bendijo desde hace dos años a esta disciplina con el arribo anticipado a este sitio para adaptarse a la altura, la provisión de nuevo equipamiento y más staff técnico. María Laura Ábalo describió: «Se compraron catorce botes alemanes de última generación para las catorce pruebas, cada uno tiene el suyo. Antes, nosotras remábamos en botes de varones de 90 kilos que nos quedaban enormes. Ahora utilizamos los que son específicamente para mujeres, de un peso de entre 65 y 75 kilos. En Río, en donde logré la medalla de bronce, competimos con un bote que pesaba 89, quince kilos más de lo normal».
Gabriela Best, que permaneció inactiva los dos primeros meses de 2011 por problemas personales y volvió al remo gracias a la ayuda de psicólogos, agregó: «Esto fue duro, hicimos una gira para 30 personas que incluyó muchos viajes y estuvimos cerca de tres meses fuera de casa. Llegamos acá con todo el material para competir, pero además le agregamos un esfuerzo personal y físico muy grande».
El contagio de felicidad alcanzó a todos, y el que más avivó las chanzas fue Rodrigo Murillo, pura simpatía, que se calzó una peluca celeste y blanca con una cresta: «La quería llevar puesta en el bote pero el entrenador no me dejó; es una medalla que veníamos soñando desde hace un año. En la noche previa estuvimos muy intranquilos los cuatro, pero muy seguros de lo que podíamos dar». Ariel Suárez sueña con una plataforma sólida: «El remo argentino debe encontrar una identidad, un sistema de entrenamiento como el que nos enseñaron a Rosso y a mí en Francia». Los ocho héroes siguen en el Lago Zapotlán para acumular más gloria. Están como en su casa.
DIARIO CLARÍN
Título: El renacer del remo argentino
Bajada: Estas tres medallas de oro en un día rememoran a aquellos Panamericanos de Winnipeg 99, donde la delegación nacional consiguió siete preseas doradas, tres de ellas en una misma jornada. Según aseguraron los remeros, llegar casi un mes antes para aclimatarse a la altura y la compra de botes modernos fueron claves.
Cuerpo y desarrollo de la noticia: Es un renacer del remo argentino. Esta actuación en los Juegos Panamericanos de Guadalajara rememora, casi sin quererlo, a aquella actuación de Winnipeg 99, donde se obtuvieron siete oros, tres en un mismo día. La ilusión floreció no sólo en los que apoyaron este deporte sino en los propios deportistas, que sueñan con que estas actuaciones permitan que se le reconozca al remo todo lo que le dio al país y que el apoyo recibido para este torneo continúe.
Gabriela Best, primer oro del día en doble sin femenino junto a su compañera María Laura Abalo, explicó que fue clave el apoyo recibido por todos los remeros para la gira previa y para llegar a la altura de México casi un mes antes. «La preparación fue muy dura, incluyó muchos viajes y estuvimos cerca de tres meses fuera de casa. Además, llegamos acá con bote nuevo. Teníamos todo el material para competir: botes nuevos, remos nuevos, pero incluyó un esfuerzo personal y físico muy grande. Todo esto refleja que el remo está repuntando en el ambiente panamericano. En 40 minutos ya mejoramos la actuación de Río 2007; es tremendo», explicó la rosarina.
Su compañera, Laura Abalo, también recalcó que la modernización fue clave para mejorar las actuaciones de Río 2007, a donde habían llegado «con poca preparación y materiales viejos». «El remo es un deporte que es lindísimo pero muy sacrificado, es entrenarse y superarse. Argentina marca diferencia con la garra, pero ahora hay toda una logística detrás de la mano del Enard y del COA», destacó. Y agregó: «Los remeros somos gente especial, estructurados, remamos todos los días pero quizás no teníamos el apoyo para hacer este deporte. Antes era decir ‘a ver si en un Panamericano le llego cerca de Estados Unidos´, hoy es salir adelante».
El apoyo para los remeros fue tal que se compraron 14 botes, por lo que cada prueba tiene su bote personal. Antes, en cambio, las mujeres remaban en botes de varones de 90 kilos, mucho más grande en tamaño de lo que ellas necesitaban. Además, a Guadalajara lograron venir con botes alemanes de última generación, lo que le da un plus técnológico muy importante a las ya conocidas técnica y garra argentinas.
«Hoy estamos formando mejores equipos. No sólo con entrenamiento y corazón se ganan las regatas. Hoy tuvimos los botes que siempre nos faltaron y eso hace que lleguemos con tranquilidad al oro. Los botes hicieron la diferencia y nos sumaron unos oros más a nuestro equipo. Pero bueno, es trabajo, es una federación que está abriendo su cabeza e integrando a muchos atletas jóvenes, trabajamos con dirigentes experimentados y ése es el camino», resumió María Laura Garisoain, actual jefa del equipo de remo y una destacada remera en la historia del deportes en Argentina.
El entrenamiento también cambió y codearse con otros atletas de categoría ayudó mucho. Así lo aseguró Ariel Suárez, oro junto a Cristian Rosso en el doble par masculino. «Pudimos entrenarnos con la selección francesa que nos enseñó mucho, nos hizo ver otro punto de vista, otro sistema. Implementamos eso en la segunda Copa del Mundo en Hamburgo y logramos la medalla de plata; eso nos dio mucha confianza para ir al Mundial y buscar la clasificación, y allí en Eslovenia conseguimos el pase en doble par para Londres 2012 y la confianza continuó hasta hoy a la búsqueda del oro. El remo argentino debe encontrar un sistema de entrenamiento como el que aprendimos nosotros en Francia y, fundamentalmente, tiene que encontrar su identidad», analizó.
La ilusión no terminó este lunes. Seguirá, en Ciudad Guzmán, mañana y pasado. El remo argentino está encontrando el rumbo, ese que pareció perder en los Juegos de Santo Domingo, donde cosechó sólo dos medallas (oro en dos remos largos y plata en single scull) y perdió otro par (plata y bronce) por el doping de Ulf Lienhard. En Guadalajara intentará demostrar que la garra y el esfuerzo se notan cuando aparecen el material y la preparación previa a una competencia.
LA COMISIÓN DIRECTIVA, LA SUBCOMISIÓN DE REMO Y LOS INTEGRANTES DE ESTA ACTIVIDAD FELICITAN A AGUSTÍN SILVESTRO POR HABER SIDO CAMPEÓN PANAMERICANO GUADALAJARA 2011.